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Mouse T-Dagger Private RGB TGM106 USB

País de Origen: Producto de China

$24511 Precio de Lista

$20091 contado/transferencia 20% OFF

También lo podés abonar en cuotas con tarjeta de crédito
3 cuotas fijas de $9393. Total $28179. (Cuota Simple. TNA 14.97)
6 cuotas fijas de $5368. Total $32208. (Cuota Simple. TNA 31.41)

También lo  podés abonar en cuotas con tarjeta

+ Consulte Costo de Envio. Importes con IVA (10.5%) incluido. Para los Cuota Simple es necesario contar con una tarjeta de crédito emitida por una Entidad Bancaria.
Stock Disponible. Los cambios de productos se pueden realizar dentro de los 2 días hábiles y conservando el embalaje y manuales originales SIN EXCEPCION. Todos nuestros productos son nuevos y disponen de garantía. El Mouse T-Dagger Private RGB TGM106 USB se entrega en su embalaje original.
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Mouse T-Dagger Private RGB TGM106 USB

Accesorios en MagnaM Computación

El Private es un mouse muy equilibrado, ergonómico y sólido en todos los frentes. Sus interruptores están fabricados para soportar las altas exigencias del gaming, con una vida útil de más de 5 millones de clics.

Asimismo, el sensor óptico RTT 3168 brinda una gran fidelidad de lectura, incluso en los altos niveles de aceleración de tus manotazos. El Private posee un exquisito sistema de retroiluminación RGB con líneas brillantes que fluyen por el arco cromático y realzan su diseño armónico. Además, aporta a la funcionalidad: cuando cambias de perfil de DPI, la iluminación cambia de color durante 48 segundos y luego sigue fluyendo. Vistoso, atractivo, útil; todo lo que está bien.

Los 6 botones del Private son exactamente los que necesitas para comenzar a incrementar el nivel de tu juego.
Los 2 laterales resultan muy cómodos para el pulgar, por lo que aprenderás a utilizarlos rápidamente. En la parte superior, el botón de DPI te permitirá encontrar de manera rápida y sencilla la sensibilidad más adecuada a tus necesidades

Nos apasiona el gaming tanto como a ti. Nosotros también jugamos, practicamos, competimos. A veces, ganamos. En el camino, encontramos amistades perdurables y algún que otro tropiezo. Conocemos la frustración de caer una y otra vez a manos de un camper furtivo. Conocemos también lo gratificante que es encontrarlo en su escondite y mandarlo al lobby, un rato, a reflexionar.

Cada uno de nosotros atesora algunas hazañas; aquellos momentos en los que pudimos lucirnos y decidir un triunfo. Pero, además, aprendimos que existe un encanto especial en la cooperación. En jugar para el equipo. En ayudar a otro a subir de nivel y mejorar. En discutir partidas y planear estrategias. En reírnos de nuestros errores. En aprender de ellos. En construir.